...Dos realidades irreales, dos mujeres que me llevaron al desconcierto más de una vez, una de hielo que de tanto frio heló mi corazón, la otra que de tanto fuego lo descongeló, ambas vivían a miles de kilometros de mi alcanze, una con sus besos me llevaba al cielo, la otra me arrastraba a las tinieblas del infierno, una me hizo conocer el amor, la otra experimentar los caminos prohibidos de la pasión, por ellas perdi la razón, pero lo que di no fue suficiente para retenerlas.
Se unieron, y ambas escaparon de mi sueño, construyeron el de ellas pero al ser tan destuctivas y fuertes el sueño se derrumbó, con su presencia mi vida cambió y aunque loco suene las extraño a las dos...
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